Me bajé del juego

Me bajé del juego
y hoy no quiero andar mostrando mis fotos sonrientes
no quiero publicar imágenes de hermosos paisajes
que nunca van a captar más que una pizca de lo que estoy viendo.
Ya no quiero hacer un posteo por día.
Me niego a dictar mi vida por los likes de mis fotos,
no quiero pensar que soy más o menos que otros por la cantidad de seguidores que tengo.
Me dí cuenta
que nunca voy a tener un blog de viajes exitoso porque no sé cómo hacer listas
que mis lugares preferidos están mediados por recuerdos y personas
que no puedo describir en un práctico párrafo.
Me dí cuenta
, también,
que ya no quiero perder plata y tiempo recorriendo países
solo por el hecho de llenar un álbum de figuritas.
Pura chapa.
Puro ego convertido en pseudo espíritu aventurero de clase media.
No me importa
saber el número de países en los que estuviste
¿Por qué mierda ponés eso en tu cuenta?
Tampoco me importa saber la cantidad de tiempo que estuviste viajando
(eso contaselo a tu vieja que tal vez te extraña)
Contame
, si querés,
alguna historia que valga la pena
Ese momento
que te diste cuenta que la existencia no es más que el viento con olor a lluvia
la sonrisa de un desconocido
o ese abrazo que te llega sin pedirlo cuando más lo necesitabas.
Tengo tiempo.
Si querés contame la última vez que lloraste porque extrañabas tu casa
Contame la escena entera, te escucho.
o sino contame la última vez que partieron el corazón en mil pedazos y te quedaste solo
, varado,
en la otra punta del mundo
Quiero saber todas esas cosas que te guardaste porque no tenías con quien hablarlas.
Me interesa
que me cuentes sobre todas esas veces que te sentiste solo rodeado de gente
(tal vez así yo no me sienta tan solo).
Si querés,
Te detallo
, una por una,
las veces que me pregunté qué carajo estoy haciendo con mi vida.
La angustia.
El miedo.
Los días que me levanté extasiado de felicidad y me acosté triste, melancólico y perdido
o ese momento en el que me di cuenta que la existencia es cuestionarse todo
con un nudo de impotencia en el estómago.
El otro día
Me bajaron a la tierra de un hondazo.
Yo volaba pensando que el mundo era mi ostra y una pared invisible me llevó de cara al piso.
Acá estoy
En una isla paradisíaca de aguas cristalinas
y atardeceres que te caes de culo pero no puedo caretearla.
Me preguntan qué me pasa y no sé cómo hilvanar una respuesta.
Tengo la horrible sensación de estar triste y pensar que debería estar contento.
Siento que perdí el rumbo.
Estoy atrapado en esta isla que me deja solo con mis pensamientos
quiero llorar y no me sale una puta lágrima.
A veces
Las palabras que te sacan del barro vienen de lugar menos esperado.
De ese pibe que se cogió a la chica con la que yo había estado
y me dijo “Dejá de dar vueltas y hacé lo que querés”
“Dejá de ponerte excusas pelotudas”
“Deja de pensar en la plata, no te vas a morir de hambre”
“Amate un poco más”
“Hace lo que amas que todo se va a acomodar
y si pasás un poco de hambre tal vez eso te enseñe algo”
Así que me voy.
Tal vez esta sea otra forma de escapismo pero necesito inventarme alguna certeza.
Me di cuenta que esta búsqueda errante me lleva a lugares que no esperaba
pero que tienen sentido
Y tal vez
, en las sagradas orillas del río Ganges,
pueda mirar las montañas
y decir que por lo menos lo estoy intentando.

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