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Recorro
con los dedos
brillantes góndolas
de carne viva
los productos se despliegan
con sus mejores envolturas
se muestran sensuales
son aventureros
les gusta viajar
a TODOS les gusta viajar
les encantan las charlas interesantes
sonríen en sus selfies,
besan animales
y niños al azar.
Tengo un dedo
con poderes sobrenaturales
un simple movimiento basta
descarta personas
las lleva
a un microcosmos
a una isla del ciberespacio
con forma de basurero
donde estamos todos
donde nadie zafa
en la que google coloca publicidades
grandes ofertas
que agrandan pijas y tetas
moldean flácidos cuerpos
te inflan la autoestima
como cocaína bendecida
por el Diego.
Recorro perfiles
los dedos inquietos
corazones se asemejan mi ego
cada latido es un rechazo
cada rechazo
es un puntazo certero.
Imagino
conexiones reales
ilusiones
de amor verdadero
proyecciones
de orgasmos certeros
pero no queda nada
más que penas
que se tapan
con filtros y fotos retocadas
corazones repletos de parches
, inseguridades,
apariencias que se muestran
como máxima exponencia
de los valores virtuales.
Otorgaría
todas las llaves del algoritmo
a los que se muestran reales
a los que lloran en las redes sociales
y publican crudas, sus realidades
que gritan sin filtros
y ríen desaforados
y salen desfigurados
en sus fotos
como locos, dementes
que no rigen sus acciones
por los falsos corazones
y les importa un carajo
las poses
porque saben que esas
al toque se olvidan
no como la humillación
de pasar la vida
siendo uno más
, desesperado,
por la aprobación
de los demás.
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