El viaje

I

El humo emerge y desaparece
como en chimeneas industriales
su incursión en los pulmones
es violenta
invade el cuerpo
hasta decir basta

La chamana caribeña
me guía
me dice
que no pare  
que inhale
que cierre los ojos
este viaje no es de medias tintas
y le mando
hasta el momento
que siento la llama
expandirse, transformarse
en un amarillo que cubre
solamente
la mitad del interior de mis párpados
en un naranja, cada vez más rojizo,
que se eleva hasta la punta más alta de mi pelo
me incendio
también siento que me fumo
la mano izquierda de mi chamana
que se convierte en parte de mí ser

Ensimismado

veo fractales de colores
que mutan sobre un cañón láser
que se proyecta en mi mente
me doy cuenta
que las imágenes psicodélicas
de los videos de rock
no fueron la creación
de un demente ilustrador
que estaban de antes
que eran ancestrales,
milenarias
entiendo, como nunca lo hice antes,
las visiones de las tribus amazónicas,
los relatos de William Burroughs
y la frase de Blake, popularizada por Morrison
“Si las puertas de la percepción se depurasen
todo aparecería a los hombres como realmente es:
infinito”

II

Medito,
reflexiono 
sobre lo que acaba de pasar
lo comparto
con mi chamana
fueron escasos minutos
trascendentales minutos
lo siento
no lo veo con claridad
pero lo siento
hay algo detrás de lo psicodélico
me pongo místico
, confundido,
me acuerdo
de los momentos
más álgidos
de la meditación
cuando la mente
se calma
y en las inhalaciones
el cerebro emite
unas vibras de claridad
y en otras inhalaciones
podés ver figuras de colores
con los ojos cerrados
como cuando te da el sol de lleno
en la cara

III

El viaje termina rápido
no me quedan residuales raros
estoy lúcido
una leve sensación placentera
recorre mi cuerpo
me sirvo un vaso de agua
hablo con mi chamana
le confieso
que podría haber ido un poco más lejos
en la última seca me contuve
comprendí porque este viaje
no se hace a medias tintas
ella me mira con empatía
lo comprende todo
y me ofrece
la chance de redimirse en un nuevo viaje

Esta vez la llama se pone verde
fumo hasta que mis pulmones explotan
cuando empiezo a sentir los efectos
le doy unas caladas más
los fractales comienzan a expandirse
pero en el medio
se conforman figuras nítidas
cadavéricas
se van trasformando
veo el busto
del indio Solari
se los juro
lo identifico
por sus lentes negros circulares
se mueve como cantando
y emana una serie de colores
que se esparcen
desde el centro hacia los costados
como el efecto del humo en los escenarios
no le encuentro significado
no me gusta tanto el indio
me acuesto y veo un chabón afro
rodeado de un fondo violeta y blanco
me asusto
pienso que me voy a quedar así para siempre
en esa realidad, que no es la mía
o tal vez si
capas de dimensiones cerebrales
se despliegan ante mí
me cuestiono la existencia de una realidad
por primera vez abro los ojos
la veo a mi chamana sonriente
en medio de fractales
me tranquilizo
se va pasando el efecto
ya no soy el mismo

IV

Antes y después del viaje
investigué
sobre el DMT
la molécula de dios
la llaman
me enteré
que es una molécula
que está en casi todo organismo vivo
en nuestro cuerpo
en el cerebro
se libera
en grandes cantidades
en tres momentos vitales
en los sueños, cuando nacemos
y cuando estamos a punto de morir
las tribus amazónicas
creen
que la sustancia
es el puente
hacia el pasaje
a otra forma de existencia
me sugestiono, la flasheo
por eso siento que no vuelvo a ser el mismo
sentí algo por fuera
de cualquier explicación racional
otras dimensiones  
infinitas
como el universo
se desplegaron
hermosas e inexplicables
el sentimiento de insignificancia
me asombra
pero no me asusta
me quedo humilde
se me bajan los humos
las respuestas
se quedan cortas
cálculo
,tal vez,
que en ese microsegundo
antes de la muerte
se abrirá una puerta
con alguna respuesta
cuando ya
, seguramente,
no sea necesaria.




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